Tercera Sesión: ópera y civilización, sus formas de producción

03.12.2020

Tercer día de conferencias del segundo módulo de Ópera Mexicana

En punto de las 10 am el director de la Escuela Superior de Música "Fausto de Andrés y Aguirre", dio la bienvenida a los participantes y cedió la palabra a la Dra. en Artes Escénicas Enid Negrete.

La Dra. dio una calurosa bienvenida al Dr. Luis de Pablo Hammeken, no sin antes mencionar el libro "La República de la música; ópera, política y sociedad en el México del siglo XIX del cual es autor.

Luis de Pablo es Licenciado en Relaciones Internacionales por El Colegio de México, Maestro en Historia de las Relaciones Internacionales por la London School of Economics and Political Science, Londres, Reino Unido. Realizó el Doctorado en Historia por El Colegio de México. En la actualidad, es profesor de licenciatura y maestría en el Instituto Cultural Helénico y forma parte del equipo editorial de Trashumante. Revista Americana de Historia Social de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Cuajimalpa. En 2014, el INEHRM le otorgó una Beca para Tesis de Investigación Histórica, donde sus líneas se especializan en historia social, historia con perspectiva de género e historia de la diversidad sexual.

Ópera y civilización en el México del siglo XIX. La temporada de 1854.

Los puntos a tratar fueron: ¿Qué papel ocupa la opera del siglo XIX a nivel social?, ¿Qué significa hacia 1850 para el público en términos sociales y politicos?

La inauguración del Gran Teatro Santa Anna ocurrida en febrero de 1844, fue un parte aguas para la representación de los espectáculos de altísima calidad que significaron un orgullo nacional.

De todas las formas artísticas, la ópera ocupaba mucho espacio en los períodicos,y reseñas de la época. Había polémica y subsidios para las representaciones porque era parte de la civilización.

La ópera jugaba un papel muy importante ya que era una manifestación de modernidad, progreso (presente, futuro) era algo juvenil, nuevo y progresista.

Las funciones de ópera era el espectáculo más caro, le daba a la sociedad un halo de distición, asistir a la ópera era una forma de adquirir refinamiento.

Se necesitaba un capital financiero para producirla y un capital cultural para apreciarla. Se esperaba que el público supiera lenguaje musical, (mencionando que la educación para las mujeres incluía tocar el piano y cantar) señaló que incluso había mujeres que publicaban algún vals y se les inculcaba conocer y analizar las arias y duetos de las óperas a las que asistían. Enfatizó que esta educación en el caso de las mujeres debía ser solamente de manera amateur sin aspirar a profesionalizarse como músicos.

Había ciertos condicionamientos como la vestimenta adecuada para asistir a dichas representaciones, incluso con el paso del tiempo se implementó un reglamento para comportarse en las funciones.

El faro que sirvío de guía a la sociedad mexicana fue París, la ciudad de las luces. El público mexicano siempre se mostró interesado por las puestas representadas en París.

Tal era la importancia de la ópera que acaparaba la atención en los diarios que llenaban las páginas comentando los prodigios de las divas, opacando incluso momentos bélicos.

La contratación de reconocidos artistas a nivel mundial como la destacada prima dona alemana Henriette Sontag, estuvieron a cargo de dos compañías rivales que compitieron en el año de l854 por atraer al público de la ciudad de México. Estas dos compañías atravesaron una crisis ante la epidemia de cólera la cual cobró la vida de la diva Sontag. Dicho acontecimiento desbordó a la sociedad mexicana en muestras de cariño ante la partida de la Diva. De esta manera la sociedad se da cuenta que dicha enfermedad no sólo atacaba a la gente pobre como se pensaba.

Fue una conferencia muy extensa y nutrida que resulta imposible sintetizarla. El Dr. Luis de Pablo contestó a las preguntas e inquietudes de los asistentes que se encontraban realmente entusiasmados.


Las formas de producción de la ópera del siglo XIX

La segunda conferencia estuvo a cargo de la Dra. Enid Negrete. Con una serie de diapositivas la Dra. Enid analizó los cambios sufridos en las producciones de ópera, señaló a la Reforma Wagneriana fundamental con la creación del foso y de la toma de conciencia del espectáculo como unidad.

Las figuras centrales de la producción en el siglo XIX son:

En primer lugar "La Diva", estaba por encima de todos, sus decisiones eran inapelables.

Segundo lugar "El empresario", era el organizador que fungía como impulsador de talento, y motivaba compositores.

Tercer lugar "El compositor".

En la mayoría de los países se hacían convocatorias y concursos públicos, para decidir a quién se le entregaba la administración de un teatro. En México el empresario debía convencer al dueño del teatro.

"La estética de la representación y su forma de creación".

Marcó las grandes diferencias entre estos grandes telones pintados que simulaban la escenografía y daban profundidad a las puestas, ejemplificando con imágenes de grandes telones como:

Don Carlo de Verdi. Diseño de Frances Soleri i Rovirosa, 1870.

Don Giovanni de Mozart. Diseño de Francesc Soler i Rivosa, 1882.

Falstaff de Verdi. Diseño de Francesc Soleri i Rivosa, 1895.

Como punto final abordó la ópera en el porfiriato, que se caracterizó por una gran infraestructura en teatros y óperas hechas. Época de oro en cuanto a educación, estatus, y civilización.

Una prueba más de el interés que se tenía por refinar a la sociedad mexicana, es la consolidación de la primera compañía de ópera para obreros en 1904.

Concluyó su ponencia con una lluvia de ideas y preguntas por parte de los más de 50 participantes.

Por la tarde los ejecutantes tuvieron sus sesiones individuales, y los participantes teóricos sus asesorías para la creación de artículos, que serán publicados próximamente.

Todos ellos bajo la espléndida tutela de los maestros: La soprano internacional María Katzarava, el pianista y director de orquesta José Antonio Espinal , el maestro Emmanuel Pool y la maestra Diana Carreón.

Una jornada sin duda llena de emociones y que promete mucho más.

Crónica realizada por María Mercedes Gálvez y Mariana Del Castillo, becadas del Diplomado de Ópera Mexicana.

© 2020 Enid Negrete y la Fundación Arte contra violencia.  Todos los derechos reservados. google-site-verification: google0fadf501694c4588.html
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