Cuarta Jornada: Las mujeres en la ópera del siglo XIX y Romeo de Morales
Como ya es costumbre en
punto de las 10 am el director de la Escuela Superior de Música "Fausto de
Andrés y Aguirre", dio la bienvenida a los participantes y cedió la palabra a
la Dra. en Artes Escénicas Enid Negrete.
Muy entusiasmada la Dra. Enid dio una calurosa bienvenida a la Dra. Yael Bitrán Goren, musicóloga, quien realizó estudios de piano en el Conservatorio Nacional de Música, obtuvo su licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, su maestría en Historia Latinoamericana en la University of North Carolina at Chapell Hill y su Doctorado en Musicología en la Royal Holloway, University of London. Es parte del consejo editorial de la revista mexicana de musicología Heterofonía.
Ha presentado ponencias y conferencias en México, España, Estados Unidos, Inglaterra, Irlanda e Italia y ha impartido cursos y conferencias en varias partes de la república mexicana. Actualmente es la directora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical (Cenidim) del INBA, México D.F., de dónde ha sido investigadora desde el año 2000. Su investigación se centra en cuestiones de mujeres, identidad, recepción y circulación de música y músicos viajeros en el siglo XIX en México, prensa musical del siglo XIX. Tiene interés en las áreas de género, estudios culturales y la historia social de la música.
Su conferencia se titulo Fulgores incipientes: Primeras mujeres estrellas mexicanas de ópera (1830-1850)
El tema que aborda en ella es el de las mujeres músicos de la primera mitad del siglo XIX en México. Ángela Peralta, aunque es un punto del que se ha partido, desde la intervención francesa en adelante, no es la única. En esta conferencia conocimos mujeres de las que debemos contar su historia. Como dijo la investigadora: "Hay que buscar no sus palabras, sino sus ecos, no sus sonidos, sí su silencio."
Estas cantantes, y muchas otras, completamente olvidadas y ausentes de las historias de la música, han sufrido el triple estigma de no ser compositoras de obras de concierto, de ser mexicanas y de ser mujeres. Muy poco es lo que conocemos de ellas, pero, a través de una concienzuda revisión y estudio de los periódicos y revistas de la época, ha sido posible reconstruir sus casi invariablemente difíciles y dolorosas, trayectorias profesionales. Sus vidas se pierden después de pocos años de brillar en los escenarios. Estas mujeres ponen en juego sus sentimientos y su vida personal.
La conferencia por razones de tiempo se centró en María de Jesús Cepeda y Cosío, quien nació el 8 de julio de 1821 en la Ciudad de México. Tomó sus primeras clases con José María Oviedo Lozano. Pertenecía a una familia pudiente, sin embargo empezaron a tener problemas económicos muy fuertes a partir de la enfermedad de su padre.
En esa época el presentarse y lucir bien, era una buena presencia social, pero solamente era para buscar marido, si ya se dedicaban a trabajar era muy mal visto. Las mujeres no tenían personalidad jurídica, no podían recibir dinero, no eran sujetos de firmas de contratos. María de Jesús tenía que justificarse para dar conciertos escribiendo:
La perdida de mis bienes, en la que yo no tuve parte alguna, me condujo necesariamente a una situación bien desgraciada: esto es notorio en México En tales circunstancias los señores de la empresa de este teatro, se sirvieron hacerme proposiciones para que me resolviese a pertenecer a la compañía de ópera italiana en clase de prima dona.
En 1845, fue integrada por la cantante parisiense Eufrasia Borghese a la compañía de ópera italiana que dirigía en el Gran Teatro Nacional.
Para 1849 ha cantado con varias compañías de ópera en muchos teatros, conciertos a beneficio. Las críticas la mayoría de las veces eran: "su voz es hermosa, fresa y armoniosa. La perfección en el estilo, el desembarazo en la escena, vendrán con el tiempo y el estudio."
Se conoce de la fecha de su muerte por la publicación del Diario de Avisos el 19 de marzo del año 1857.
DEFUNCIÓN. - Con verdadero sentimiento anunciamos la sensible pérdida de la apreciable Srita. D.ª MARIA DE JESUS CEPEDA Y COSÍO, acaecida el domingo anterior. Aunque hacía tiempo se hallaba acometida de una enfermedad, ésta no era tan grave que hiciera temer por su vida, y por consiguiente su muerte inesperada y casi repentina, ha sido doblemente sensible para su familia y sus numerosos amigos.
La Srita. Cosío era joven muy estimada por sus bellas prendas, y su talento músico fue justamente apreciado por todos sus compatriotas, que mil veces tuvieron ocasión de aplaudirla. Aún se conserva en México viva la memoria de los triunfos que la Srita. Cosío adquirió hace algún tiempo, antes de que una tenaz enfermedad de la garganta la hubiera privado de cantar; y aquella época en que embelesaba a los habitantes de México, que acudían presurosos al gran teatro a escuchar su hermosa voz, no se olvida ni se olvidará en mucho tiempo.
La muerte ha venido a cortar antes de tiempo los hilos de la vida de una persona apreciable por mil títulos; y nosotros que correspondemos el dolor en que tal perdida ha venido a hundir a la familia y a los sinceros amigos de la Srita. Cosío los acompañamos en él, y rogamos al Ser Eterno les dé la resignación necesaria para sobrellevar tan funesto golpe.
Fue una conferencia muy emotiva, dejando a los participantes con lagrimas por tan bella exposición.
La segunda conferencia del día estuvo a cargo de la maestra Magda Rey, titulada La ópera Romeo de Melesio Morales
Melesio Morales nace en la ciudad de México en 1838 a los 10 años comienza sus estudios musicales con Jesús de Rivera y Río. En 1852 compone su primera obra "El Republicano", en 1863 estrena su primera Ópera Romeo en el teatro Nacional.
En 1866 estrena su segunda ópera "Ildegonda" debido al éxito de esta es acreedor a una beca por 3 años en Europa. En 1869 estrena Ildegonda en el teatro Pagliano en Italia con gran éxito, regresa a México, empieza a dar clases en el Conservatorio de la Sociedad Filarmónica.
La maestra Magda mostró un catálogo con toda la obra de Melesio Morales que incluye:
- Óperas, Romeo, Ildegonda, Gino Corsini, Cleopatra, Anita y más.
- Música para coro y orquesta.
- Música para coro piano y voz
- Música para solista y conjunto instrumental.
- Música instrumental sinfónica, para banda y cámara.
Por citar algunas y un sin fin más de obras, así como también artículos periodísticos, publicaciones en diarios, documentos, académicos, crónicas, críticas y cartas al público mexicano.
Su obra se encuentra en varios archivos:
- Archivo Nacional de la Nación.
- Cenidim.
- Centro de las Artes.
- Conservatorio Nacional de Música.
- José maría Luis Mora.
La Ópera Romeo después de un sin fin de problemas de todo tipo y anécdotas que nos narró la maestra, se estrenó el 27 de enero de 1863 en el Teatro Nacional con libreto de Felice Romani, el cual fue utilizado también por N. Vaccai con Giulietta e Romeo y por V. Bellini con Capuleti e Montecchi.
El reparto fue:
Romeo (Elissa Tomassi.)
Giulietta (Mariana Paniagua).
Tebaldo (Antonio Morales).
Capelio (Ignacio Solares).
El día del estreno las tropas mexicanas ganan contra los franceses en Tampico y hay tumultas victoriosas en la calle, clima desfavorable, temperatura desciende y cae aguanieve, suficientes razones para que el teatro no se llenara, pese a esto fue una noche de éxito, la taquilla recuperó los gastos y la prensa fue honrosa con Morales.
La maestra Rey nos mostró imágenes de la partitura original, fue un goce para los participantes ver estas increíbles reproducciones dejándonos encantados con la presentación.
Por la tarde los ejecutantes tuvieron sus sesiones individuales, y los participantes teóricos sus asesorías para la creación de artículos, que serán publicados próximamente.
Todos ellos bajo la espléndida tutela de los maestros: La soprano internacional María Katzarava (quien hoy dio su última sesión de trabajo de personaje Ildegonda, de la ópera homónima de Melesio Morales), el pianista y director de orquesta José Antonio Espinal, el maestro Emmanuel Pool y la maestra Diana Carreón.
Una jornada sin duda llena de emociones.
Crónica realizada por María Mercedes Gálvez y Mariana Del Castillo, becadas del Diplomado de Ópera Mexicana.